lunes, 11 de octubre de 2010

¿Entiendes?

[...] -Es cuestión de acostumbrarse -me dijo, y me dio una palmadita-. Mira; las historias no le pertenecen a nadie, y en el fondo no interesa si se te ocurrieron a ti o a cualquier otro... Yo también padecí ese sentimiento difuso que te atormenta cada que descubres una historia tuya firmada por alguien más... ¡En serio! A mí también me acompleja ese fenómeno. Y bueno, no sé si lo leí en algún libro o si alguien me lo dijo, lo cierto es que tengo la teoría de que las ideas musicales, así como las literarias, son como vibraciones emanadas por el inconsciente colectivo. Estas vibraciones vagan erráticas en el éter y, ¡claro!, de pronto, algún sujeto sensible (generalmente un artista) las decodifica y las exterioriza, las plasma, eligiendo algún lenguaje próximo a su cultura y situación..., pudiendo ser éste la pintura, la escultura, la música..., la letras, ¿entiendes?; en esencia lo que nos cautiva de una obra no es la obra en sí misma, sino el conocimiento velado de que ese sujeto sensible ha podido expresar algo que nosotros entendemos con la no-razón, y que de haber podido materializar en alguna forma de arte, lo hubieramos hecho tal y como lo hizo aquél... ¿Entiendes?
[...]
-No es de extrañar que dos o más personas capten una misma vibración, ¿entiendes?, aunque en teoría es muy poco probable, dos o más individuos pueden sintonizar el mismo canal simultáneamente; cabe la posibilidad de que el mismo mensaje sea decodificado en diferentes puntos geográficos, e incluso, en diferentes momentos históricos: de pronto pueden darse los pastiches inconscientes, irreflexivos, o como yo les llamo, no deliberados. [...]

*Pabellón 2, "Ars sintónica".
SÓLO PARA LOCOS, de Moisés Aguayo.
(2007)

1 comentario:

  1. Un placer haber sido leído, ¿Qué dije?

    No cabe duda que uno suelta las palabras y nunca se sabe a dónde irpan a parar. Te felicito por tu blog, y por tu selección de textos (:))
    Att: J. Moisés Aguayo

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